domingo, 12 de marzo de 2017

Expectativas Adaptativas Y Racionales


“Mientras más desarrollada esté una sociedad, mientras más adelantada sea su organización, el margen de incertidumbre se reduce. Solo en sociedades desorganizadas, la incertidumbre tiene influencia considerable, en el sentido de la inestabilidad económica.”


     Las expectativas son previsiones que hacen los agentes sobre la magnitud en el futuro de las variables económicas. Los acontecimientos del mañana tienen una gran importancia sobre las conductas humanas presentes, esto es más que significativo en una economía de mercado dado que muchas decisiones dependen de cuestiones como la ganancia esperada, el nivel de precios que va a prevalecer, la cotización de las acciones en el volátil mundo financiero, etc. Por ende, ha sido de tremenda preocupación para la teoría económica pero en especial para la macroeconomía el estudio de la influencia de las expectativas sobre el devenir de la economía en su conjunto.



La incertidumbre es un fenómeno característico de las economías de mercado, libre empresa o iniciativa privada, en que las decisiones son tomadas por múltiples sujetos en un medio contradictorio y con información deficiente. En esas sociedades, el poder de previsión y de decisión está disperso, descentralizado, distribuido de manera desigual y la especulación toma frecuentemente el lugar de la planeación. 


El papel que juega la incertidumbre, según Keynes, en el futuro es incomprensible; por tanto, las decisiones humanas que afectan al futuro, ya sean personales, políticas o económicas, no pueden depender de la esperanza matemática estricta, desde el momento en que las bases para realizar semejante cálculo no existen. De esta forma, la inversión dependerá del estado de confianza de los empresarios, muy sensibles a los rumores y noticias, aunque estas no posean una base real. Muchas decisiones humanas, agregaba Keynes, respecto al futuro, basaban su justificación en el capricho, sentimentalismo o el azar.


  Los agentes económicos forman expectativas porque los desplazamientos de las variables endógenas afectan la utilidad o beneficio que reciben en el nuevo equilibrio. Una vez incorporadas las expectativas en el análisis, los resultados o equilibrios que el modelo construido arroje dependen de la cosmovisión que tengan los agentes. Dos de las hipótesis que se han empleado para modelar cómo perciben "el mundo" los individuos son las hipótesis de expectativas adaptativas y de expectativas racionales.


El enfoque más usual es el de las expectativas adaptables. Se suponía que los agentes ponderaban las tasas de inflación de los últimos años  para estimar la de los siguientes; a la del último año se le daba una ponderación alta y a la de años anteriores más baja. Era un enfoque que podía ser fácilmente expresado en forma matemática e incorporado a los modelos macroeconómicos al uso.

En el caso más sencillo, se suponía que los agentes esperaban que la inflación del próximo período fuese igual a la del último dato conocido. En términos matemáticos eso significa asignar a la inflación del último año una ponderación uno y a la de los anteriores  una ponderación cero. Si los agentes esperan que la inflación de cada año sea igual a la del anterior, la inflación esperada será siempre inferior a la real. Los errores presentarán un sesgo sistemático: serán negativos y crecientes.


 En la realidad, la gente sabe que hay algunos acontecimientos que provocan el aumento de la inflación; si el precio del petróleo sube bruscamente en los mercados internacionales, o si el gobierno aumenta la cantidad de dinero en circulación y baja los tipos de interés, los agentes económicos pensarán que como consecuencia de ello habrá una subida de los precios. Pero el modelo de las expectativas adaptables no recoge esa realidad; al ignorar ese tipo de acontecimientos se  está suponiendo de hecho que cuando la inflación aumenta, la gente se ve siempre sorprendida. A mediados de los años setenta se empezó a utilizar un nuevo enfoque, el de las expectativas racionales, propuesto por la corriente de pensamiento llamada Nueva Economía Clásica.

 El supuesto básico de este modelo es que la gente aprende de sus propios errores. Si los errores presentan un sesgo sistemático, los agentes son capaces de corregirlo para hacer predicciones más exactas. Las predicciones puede que sigan siendo erróneas, pero esos errores ya no serán sistemáticos sino aleatorios. El supuesto de la racionalidad de las expectativas es interpretado a veces de forma equivocada como una pretensión de que las previsiones de los agentes son siempre acertadas; es una interpretación equivocada; si las expectativas de los agentes son racionales, seguirán cometiendo errores, pero diferentes en cada ocasión. 


 Con la hipótesis de las expectativas racionales se intentó superar los hechos fallidos producto de formulación de pronósticos basados en la hipótesis de las expectativas adaptativas, ya que con la formulación de pronósticos basados en la hipótesis de las expectativas racionales, los sujetos económicos actúan considerando su carácter racional; los individuos son capaces de asimilar y hacer el uso más eficiente de toda la información relevante, no sólo de su comportamiento histórico para poder formular una estimación de una determinada variable a futuro. Si los individuos realizan las mejores predicciones con la información disponible, supone que los errores de predicción únicamente estarían ocasionados por shocks imprevistos y de carácter aleatorio. En un mundo regido por esta hipótesis, la política económica (anti inflacionista) serviría de poco, puesto que los agentes económicos las anticiparán y compensarán, salvo a muy corto plazo si existe un elemento de sorpresa, pero luego sus efectos se disiparán.


 Las expectativas se forman por parte de algunos agentes económicos, principalmente los especializados en el análisis de activos financieros de valor intrínseco futuro. Los observadores profesionales de la coyuntura y los empresarios y sus asesores orientan sus conductas ajustándolas a las previsiones macroeconómicas o a las que se circunscriben a una determinada actividad. Según la influencia de estos actores en el ámbito económico y sus relaciones con otras entidades e instituciones, las expectativas que se hacen explícitas pueden difundirse y afectar la formación de otras expectativas y, probablemente, la toma de decisiones. Mientras más fluido y estable sea el clima económico, más rápidamente se difunden las expectativas con la posibilidad de que las mismas no se modifiquen significativamente trayendo consigo más fuentes de empleo, producción, progreso y bienestar económico.




El Consumo en Venezuela

El Consumismo Venezolano.


El consumo es la adquisición de productos para suplir las necesidades básicas, o sea, todo lo que el ser humano necesita para vivir decentemente.
Venezuela se ha caracterizado por un gran mercado anteriormente, pero actualmente el desabastecimiento y la inflación está cambiando el hábito de consumo en Venezuela, ha logrado que muchos venezolanos pasemos penurias para conseguir el pan en cada mesa. Ha logrado que cada familia  reduzca sus porciones de comida y no se alimente como solía hacerlo.
Estamos  en  2017, tenemos una inflación de tres cifras, quizás más.  Pero antes, en la Venezuela de ayer, no teníamos esta situación crítica de ahora, vale la pena recordar en tiempos atrás, nuestros anaqueles y despensas  estaban llenos de diversos productos, y el venezolano era feliz, vivía confiado y a gusto porque había alimento, había n servicios y productos que satisfacían sus necesidades. Y ahora,  las familias moderadamente estables económicamente les resulta imposible mantener la estabilidad en su hogar, e inclusive se empobrecen cada día más.

Nuestra producción va en descenso y al parecer, la única medida que parece tener el gobierno para “solventar” la inflación es endeudarse más, importar. A Venezuela han llegado productos importados de México, Costa Rica, Ecuador, y otros más.


 ¿Y nuestros productos de Venezuela? ¿Acaso no vale la pena invertir también en nuestra producción? Dada nuestra inflación que va en ascenso, hemos visto que para adquirir algún producto se necesiten cada vez más billetes, otra consecuencia de la mala administración de nuestra autoridad.

Se ha incrementado el pago electronico con el uso de tarjetas de debitos y transferencias en bancos. El consumo en el vestir ha disminuido, los venezolanos toman la prioridad de alimentarse que vestir. Diferentes cadenas multinacionales como Zara y Bershka han cerrado sus puertas en el país.





Gracias a la decadencia de nuestra producción, la economía decreció y también el empleo por el efecto de las empresas que cierran, las familias tuvieron que desprenderse de servicios más fácilmente renunciables, como en hoteles, restaurantes y cafés, ir al cine, e incluso en los asuetos vacacionales las familia prefirieron quedarse a disfrutar de su propia compañía.


Nuestra situación de escasez de alimentos ha hecho que venezolanos salgan de sus hogares e intenten encontrar algunos de los productos básicos que se han desaparecido de los estantes de los supermercados abandonando sus hogares, e incluso sus empleos. Destinan todo su salario en la compra de alimentos, en el pago de educación y no ahorran.

La incertidumbre  de saber que ocurrirá en el  futuro nos mantiene preocupados, y por eso, el venezolano compra productos y los almacena, porque con nuestra economía con tendencia inflacionaria, sabemos que en menos de un mes, los productos se encarecerán más, y muestra moneda se empobrece.
¿Y la inversión? Las empresas en Venezuela cierran, más de 500 empresas cerraron en Marzo cuando un mes antes el Jefe de Estado dictamino un incremento en el bono alimenticio. Personas se preocuparon porque eso resultaría despedidas, y aumento de precios en los productos ofertados.

La autoridad de Venezuela destina gran parte de sus ingresos en la Inversión Social, según un logro para la “revolución” es que se ha elevado 11 veces más, Es decir, se ha elevado el gasto público, pero esta inversión ¿es buena idea? ¿Con esta inversión ha crecido la producción venezolana? ¡No!, está logrando que se produzca déficit en nuestra economía.



Nadie quiere invertir en Venezuela. A pesar de lo que nuestras autoridades puedan alegar, se han cerrado las oportunidades para la inversión extranjera  Las empresas internacionales, nacionales además de microempresas y emprendedores les resulte imposible apostar por el país, no existe tal confianza en la economía venezolana, y aun así, empresas fieles a Venezuela, permanecen en nuestra tierra, no quiere decir que ellos no sufran la coyuntura económica pero, a pesar de las circunstancias, aun creemos que Venezuela aún tiene mucho para dar.

viernes, 3 de marzo de 2017

FMI: Venezuela cerrará en 2017 con 1600% de inflación

       Este año Venezuela continuará en recesión económica, se estima que caerá 8%, y 4,5% en 2017 tras contraerse 5,7% en 2015. Según los pronósticos del Fondo Monetario Internacional para Latinoamérica, en los cuales ajustó a la baja las predicciones que había emitido en enero.El FMI informó que en la nación caribeña la caída de los precios petroleros profundiza los desequilibrios macroeconómicos preexistentes, por lo cual la inflación será cercana a 500% en 2016 y a 1.600% en 2017.La tasa inflacionaria promedio de la región está prevista en 5,7% este año y 4,3% el próximo.Después de Venezuela y sin incluir a Argentina, que actualmente reformula sus estadísticas con asesoría del FMI, la tasa inflacionaria más alta en 2016 será el 9,4% en Uruguay, seguido de Brasil (8,7%) y Colombia (7,3%).La economía de otra nación petrolera, Ecuador, caerá 4,5% este año y 4,3% el próximo, afrontará un panorama complicado porque dependerá de la disponibilidad de financiamiento externo y sufrirá pérdida de competitividad por la revaluación del dólar.

      Para 2016, el FMI rebajó 0,2% a su pronóstico de crecimiento regional, 0,2% el crecimiento de México y redujo en 0,3% la expectativa


de Brasil, cuya recesión superó las expectativas previas.La región (que el año próximo podría retomar la senda del crecimiento a una tasa de 1,5%) quedará así muy por debajo del 3,2% de expansión prevista para la economía mundial en 2016.El Fondo rebajó en dos décimas de punto la expectativa de crecimiento global respecto de su proyección de enero.El FMI pronosticó también que la caída de los precios petroleros se ubicará este año en 32%, tras el desplome de 47% experimentado en 2015.El declive latinoamericano estará encabezado por Brasil, que mantendrá este año el crecimiento negativo de -3,8% que registró en 2015 para posiblemente alcanzar crecimiento cero el próximo año.

      El organismo multilateral prevé que la incertidumbre política continúe dificultando al gobierno del gigante suramericano formular y ejecutar políticas económicas.Oya Celasun, directora de la división de estudios mundiales del FMI, manifestó su expectativa de que la situación política se normalice durante el transcurso de este año y entonces las autoridades económicas ?tendrán tiempo y espacio para diseñar y comenzar a implementar políticas en un entorno interno más favorable?.?Sumado a algunas reformas potencialmente estructurales para promover el crecimiento, las condiciones estarán dadas para retomar una tasa de crecimiento más normal?, agregó en conferencia de prensa.Argentina se contraerá un punto este año para crecer 2,8% en 2017, cuando la inflación podría ubicarse en 20%.Celasun señaló que la eliminación de distorsiones (como los controles de precios y de cambio) adelantadas por el gobierno de Mauricio Macri ?fortalecen la confianza y la capacidad productiva a largo plazo?

      El total de países en la región que experimentarán contracción este año se elevará a seis, al incluir a Trinidad y Tobago (-1,1%) y Suriname (-2%).Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dijo que los países exportadores netos de materias primas, ubicados principalmente en América del Sur, atraviesan una transición ?difícil y prolongada? a una ?nueva normalidad? de bajos precios de materias primas.

Venezuela y la inflación

      Lo que era evidente para los economistas, analistas y asesores durante décadas, el flagelo de la inflación en Venezuela, hoy pareciera que la explosión hiperinflacionaria que viven  los ciudadanos venezolanos los agarró de sorpresa, y sin comprender la situación: quién la provoco y cómo, y qué hacer para resolverla.
      A pesar que el Ejecutivo Nacional aumentó el salario mínimo en cuatro ocasiones en 2016,  y ahora un primer aumento en enero de 2017, la hiperinflación y el control de cambio convierten cualquier aumento en sal y agua. Debido a la hiperinflación que vive el país, los ajustes salariales no representan  ningún beneficio para el trabajador.  Esto ha llevado que el bolívar se ha pulverizado con pérdidas continuas y aceleradas de poder adquisitivo  y la hiperinflación  hace estragos en la mayoría de los venezolanos. El BCV no ha cumplido con su objetivo principal: garantizar la estabilidad de precios y la fortaleza de la moneda.
  • La tragedia inflacionaria durante 17 años. 

       De acuerdo a mi muy respetado amigo y excelente economista el Dr. Francisco Contreras, si tomamos la inflación mensual acumulada desde 1998 a 2016, la variación ha sido de 80.859%. Si para este año 2017, la inflación de acuerdo al pronóstico cerrara en 889% (valor muy por debajo de 2.300% del FMI) durante estos 17 años de gobierno socialista, alcanzaríamos al cierre del año 2017, una variación acumulada de 800.529%. Un deterioro de poder adquisitivo pocas veces conocido en el mundo. Los cálculos efectuados por el  Dr. Contreras, toman  la información histórica del BCV hasta diciembre de 2015 y desde esa fecha se empalma la serie con la variación de la canasta básica del Cenda. La base de cálculo de la canasta básica y del INPC son las mismas, con correlación  positiva de + de 98%.
      No hay manera de hacer pronósticos sin errores de predicción, pues cada momento es en cierta manera único e irrepetible, pero hacer una reflexión, sobre el posible curso de los acontecimientos, es válido y puede hacerse con fundamentos. De esta manera podemos asumir la premisa de que, si el gobierno insiste en sus prácticas históricas, se puede utilizar la información estadística del pasado para establecer rangos de comportamiento de la inflación, sometiendo esos datos al escrutinio econométrico.
     La inflación en Venezuela medida a través del Índice Nacional de Precios es la parte visible de un mal mucho más profundo. Los controles de precios hacen que la inflación se desdoble en escasez y en un costo mayor por búsqueda y espera en colas para realizar cualquier compra. Desde hace más de un año no existe información oficial sobre los niveles de escasez, tampoco hay investigaciones sobre el costo social implícito en la búsqueda y espera en colas.
    En ausencia de información  y con controles de precios y otras regulaciones, la atención debe centrarse más en la forma como se manifiesta una  hiperinflación o explosión inflacionaria, que en datos oficiales, esos signos son:
  • ·        El bolívar deja de servir como medio de pago de muchos bienes y servicios.
  • ·        Los precios de los bienes y servicios se presentan preferencialmente en moneda extranjera.
  • ·        Hay aversión hacia el mantenimiento de saldos de dinero en efectivo y en cuentas bancarias.
  • ·        No hay estadísticas oficiales sobre la inflación y la escasez.
  • ·        Hay diferentes precios para un mismo bien en sitios diferentes.
  • ·        No se consiguen los bienes que necesita.
  • ·        Se realizan compras por encima de las necesidades por temor a escasez.
  • ·        Los precios de los bienes aumentan significativamente cada mes.
  • ·        Se recurre al trueque para aprovisionarse de bienes.
  • ·        La presencia de colas para comprar bienes y servicios.

  •     ¿Por qué y quién causa la inflación? 

       El aumento irresponsable por parte de la autoridad monetaria (Banco Central) de la cantidad de dinero en circulación, generalmente para financiar al Estado, cuando éste carece de la disciplina fiscal para controlar sus gastos. Todos los países  procuran dotar de autonomía y poder de decisión a sus bancos centrales a los fines de tomar decisiones con criterios técnicos (nunca políticos ni ideológicos) para influir en las variables que les compete: la oferta monetaria, las tasas de interés, el encaje legal, el nivel y uso de las reservas  internacionales,  para de esta manera mantener los equilibrios necesarios que permitan a los agentes económicos tomar las decisiones que garanticen  la prosperidad y el progreso material de las sociedades.

  • La solución a la hiperinflación
         La dolarización  no es la fórmula mágica para resolver los problemas económicos del país, pero logrará, a corto plazo, una estabilidad  monetaria que incluye una reducción drástica de la inflación a nivel de un dígito, tasas de interés bajas, y de la incertidumbre para invertir. Se recuperará el ahorro y el patrimonio de los venezolanos, porque se elimina el riesgo de la devaluación,  se mejora la capacidad de compra real de los salarios al eliminar los riesgos de devaluación y alta inflación. Ese es el problema a resolver.

Como nos afecta la inflación

Como nos afecta la inflación
Quizas  nos hemos preguntado por qué el precio que tenía un litro de leche hace tres años no es el mismo que hoy tiene. La respuesta: se debe a la inflación. La inflación es el aumento generalizado y continuo en los precios de bienes y servicios.
Para mantener un sólido equilibrio en el manejo de tus finanzas a lo largo del tiempo (principalmente a plazos mayores a un año) no sólo es necesario tener iniciativa y adoptar el hábito de hacer un presupuesto mensual; tienes que dar un paso adelante, considerar el efecto que la inflación tiene en tus gastos pero también en tus ingresos.
  • La inflación y los gastos

Lo que gastamos en 2012 es un buen referente para hacer un presupuesto de este año, pero siendo realistas es difícil que volvamos a desembolsar la misma cantidad en cada rubro de gasto: alimentos, transporte, servicios, renta, colegiaturas, esparcimiento;y no porque vamos a consumir más sino porque, como ya dijimos, los precios de los bienes y servicios que adquirimos cotidianamente tienden a subir con el tiempo.
  • La inflación y nuestros ingresos

La inflación encarece el costo de los bienes y servicios al deteriorar el poder de compra del dinero. Y al igual que en el caso de los gastos también sería sano considerar un incremento similar a la inflación en nuestros ingresos (sueldos y salarios).
Sin embargo, es una realidad que los ingresos no siempre suben en la misma proporción que la inflación (a veces suben más pero otras veces lo hacen en menor medida).
Tienes tres opciones para mantener el equilibrio de los ingresos respecto a los gastos
1.Reducir gastos eliminando o disminuyendo rubros de consumo
2.Buscar otras fuentes de ingreso complementarias o alternas a nuestra principal fuente de ingreso.
3.Invertir nuestros ahorros en instrumentos financieros cuyo rendimiento sea, al menos, igual a la inflación pero siempre buscar aquellos que te paguen una tasa todavía más alta.