“Mientras más desarrollada esté una sociedad, mientras más adelantada sea su organización, el margen de incertidumbre se reduce. Solo en sociedades desorganizadas, la incertidumbre tiene influencia considerable, en el sentido de la inestabilidad económica.”
Las expectativas son previsiones que hacen los agentes sobre la magnitud en el futuro de las variables económicas. Los acontecimientos del mañana tienen una gran importancia sobre las conductas humanas presentes, esto es más que significativo en una economía de mercado dado que muchas decisiones dependen de cuestiones como la ganancia esperada, el nivel de precios que va a prevalecer, la cotización de las acciones en el volátil mundo financiero, etc. Por ende, ha sido de tremenda preocupación para la teoría económica pero en especial para la macroeconomía el estudio de la influencia de las expectativas sobre el devenir de la economía en su conjunto.
La incertidumbre es un fenómeno
característico de las economías de mercado, libre empresa o iniciativa privada,
en que las decisiones son tomadas por múltiples sujetos en un medio
contradictorio y con información deficiente. En esas sociedades, el poder de
previsión y de decisión está disperso, descentralizado, distribuido de manera
desigual y la especulación toma frecuentemente el lugar de la planeación.
El
papel que juega la incertidumbre, según Keynes, en el futuro es incomprensible;
por tanto, las decisiones humanas que afectan al futuro, ya sean personales,
políticas o económicas, no pueden depender de la esperanza matemática estricta,
desde el momento en que las bases para realizar semejante cálculo no existen.
De esta forma, la inversión dependerá del estado de confianza de los
empresarios, muy sensibles a los rumores y noticias, aunque estas no posean una
base real. Muchas decisiones humanas, agregaba Keynes, respecto al futuro,
basaban su justificación en el capricho, sentimentalismo o el azar.
Los
agentes económicos forman expectativas porque los desplazamientos de las
variables endógenas afectan la utilidad o beneficio que reciben en el nuevo
equilibrio. Una vez incorporadas las expectativas en el análisis, los
resultados o equilibrios que el modelo construido arroje dependen de la
cosmovisión que tengan los agentes. Dos de las hipótesis que se han empleado
para modelar cómo perciben "el mundo" los individuos son las
hipótesis de expectativas adaptativas y de expectativas racionales.
El
enfoque más usual es el de las expectativas
adaptables. Se suponía que los agentes ponderaban las tasas de inflación de
los últimos años para estimar la de los siguientes; a la del último año
se le daba una ponderación alta y a la de años anteriores más baja. Era un
enfoque que podía ser fácilmente expresado en forma matemática e incorporado a
los modelos macroeconómicos al uso.
En el caso más sencillo, se suponía
que los agentes esperaban que la inflación del próximo período fuese igual a la
del último dato conocido. En términos matemáticos eso significa asignar a la
inflación del último año una ponderación uno y a la de los anteriores una
ponderación cero. Si los agentes esperan que la inflación de cada año sea igual
a la del anterior, la inflación esperada será siempre inferior a la real. Los
errores presentarán un sesgo sistemático: serán negativos y crecientes.
En la realidad, la gente sabe que hay
algunos acontecimientos que provocan el aumento de la inflación; si el precio del
petróleo sube bruscamente en los mercados internacionales, o si el gobierno
aumenta la cantidad de dinero en circulación y baja los tipos de interés, los
agentes económicos pensarán que como consecuencia de ello habrá una subida de
los precios. Pero el modelo de las expectativas adaptables no recoge esa
realidad; al ignorar ese tipo de acontecimientos se está suponiendo de hecho que
cuando la inflación aumenta, la gente se ve siempre sorprendida. A mediados de
los años setenta se empezó a utilizar un nuevo enfoque, el de las expectativas racionales,
propuesto por la corriente de pensamiento llamada Nueva Economía Clásica.
El
supuesto básico de este modelo es que la gente aprende de sus propios errores.
Si los errores presentan un sesgo sistemático, los agentes son capaces de
corregirlo para hacer predicciones más exactas. Las predicciones puede que
sigan siendo erróneas, pero esos errores ya no serán sistemáticos sino
aleatorios. El supuesto de la racionalidad de las expectativas es interpretado
a veces de forma equivocada como una pretensión de que las previsiones de los
agentes son siempre acertadas; es una interpretación equivocada; si las
expectativas de los agentes son racionales, seguirán cometiendo errores, pero
diferentes en cada ocasión.
Con la hipótesis de las expectativas
racionales se intentó superar los hechos fallidos producto de formulación de
pronósticos basados en la hipótesis de las expectativas adaptativas, ya que con
la formulación de pronósticos basados en la hipótesis de las expectativas
racionales, los sujetos económicos actúan considerando su carácter racional;
los individuos son capaces de asimilar y hacer el uso más eficiente de toda la
información relevante, no sólo de su comportamiento histórico para poder
formular una estimación de una determinada variable a futuro. Si los individuos
realizan las mejores predicciones con la información disponible, supone que los
errores de predicción únicamente estarían ocasionados por shocks imprevistos y
de carácter aleatorio. En un mundo regido por esta hipótesis, la política
económica (anti inflacionista) serviría de poco, puesto que los agentes
económicos las anticiparán y compensarán, salvo a muy corto plazo si existe un
elemento de sorpresa, pero luego sus efectos se disiparán.
Las
expectativas se forman por parte de algunos agentes económicos, principalmente
los especializados en el análisis de activos financieros de valor intrínseco
futuro. Los observadores profesionales de la coyuntura y los empresarios y sus
asesores orientan sus conductas ajustándolas a las previsiones macroeconómicas
o a las que se circunscriben a una determinada actividad. Según la influencia
de estos actores en el ámbito económico y sus relaciones con otras entidades e
instituciones, las expectativas que se hacen explícitas pueden difundirse y
afectar la formación de otras expectativas y, probablemente, la toma de
decisiones. Mientras más fluido y estable sea el clima económico, más
rápidamente se difunden las expectativas con la posibilidad de que las mismas
no se modifiquen significativamente trayendo consigo más fuentes de empleo,
producción, progreso y bienestar económico.
Estimados integrantes del grupo Economía Aquí y Ahora, es innegable el esfuerzo realizado por ustedes. Son el equipo con mayor número de publicaciones en su blog y eso habla muy bien de ustedes pues realmente le pusieron corazón a esta actividad. Me gustó el estilo de redacción utilizado, las imágenes y los vídeos. Todo estuvo excelente, sin embargo, hay detalles en la diagramación e imagen que deben ser solventados, pues el contraste entre el fondo de pantalla y las letras, en la mayoría de los post se hace imposible leer el contenido. Les felicito por plasmar sus opiniones y contrastarlas con lo aprendido en clase. También es importante colocar la fuente o referencias bibliográficas utilizadas pues cuando esto no se hace se corre el riesgo de ser acusado de plagio, por lo que creo importante hacer las respectivas reseñas. De resto, es un hermoso blog, full contenido e información. Les felicito!
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